É a manhã cheia de tempestade
no coração do verão.
Como lenços brancos de adeus viajam as nuvens,
o vento as sacode com suas mãos viajantes.
Inumerável coração do vento
batendo sobre nosso silêncio enamorado.
Zumbindo entre as árvores, orquestral e divino,
como uma língua de guerras e de cantos.
Vento que leva em rápido roubo a folhagem
e desvia as flechas pulsantes dos pássaros.
Vento que a derruba em onda sem espuma
e substância sem peso, e fogos inclinados.
Se rompe e se submerge seu volume de beijos
combatido na porta do vento do verão.
(Tradução de Maria Teresa Almeida Pina)
Veinte poemas de amor y una canción desesperada – IV
Pablo Neruda
Es la mañana llena de tempestad
en el corazón del verano.
Como pañuelos blancos de adiós viajan las nubes,
el viento las sacude con sus viajeras manos.
Innumerable corazón del viento
latiendo sobre nuestro silencio enamorado.
Zumbando entre los árboles, orquestal y divino,
como una lengua llena de guerras y de cantos.
Viento que lleva en rápido robo la hojarasca
y desvía las flechas latientes de los pájaros.
Viento que la derriba en ola sin espuma
y sustancia sin peso, y fuegos inclinados.
Se rompe y se sumerge su volumen de besos
combatido en la puerta del viento del verano.