Poema do regresso (José Angel Buesa)

Venho do fundo escuro de uma noite implacável,
e contemplo os astros com um gesto de assombro.
Ao chegar à tua porta me confesso culpável,
e uma pomba branca se me pousa no ombro

Meu coração humilde se detém em tua porta,
com a mão estendida como um velho mendigo;
e teu cachorro me late de alegria na horta,
porque, apesar de tudo segue sendo meu amigo.

Ao fim cresceu o roseiral aquele que não crescia
e agora oferece suas rosas atrás da grade de ferro;
Eu também hei mudado muito desde aquele dia,
pois não tem estrelas as noites do exílio.

Talvez tua alma está aberta atrás da porta fechada;
porém ao abrir tua porta, como se abre a um mendigo,
olha-me docemente, sem perguntar-me nada,
e saberás que não hei voltado… porque estava contigo.

(Tradução de Maria Teresa Almeida Pina)

Poema del regreso
Jose Angel Buesa

Vengo del fondo oscuro de una noche implacable,
y contemplo los astros con un gesto de asombro.
Al llegar a tu puerta me confieso culpable,
y una paloma blanca se me posa en el hombro.

Mi corazón humilde se detiene en tu puerta,
con la mano extendida como un viejo mendigo;
y tu perro me ladra de alegría en la huerta,
porque, a pesar de todo, sigue siendo mi amigo.

Al fin creció el rosal aquel que no crecía
y ahora ofrece sus rosas tras la verja de hierro:
Yo también he cambiado mucho desde aquel día,
pues no tienen estrellas las noches del destierro.

Quizás tu alma está abierta tras la puerta cerrada;
pero al abrir tu puerta, como se abre a un mendigo,
mírame dulcemente, sin preguntarme nada,
y sabrás que no he vuelto… porque estaba contigo.