El cientista político e historiador Luis Moniz Bandeira, al ser entrevistado por La ONDA digital por las recientes declaraciones del Presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama, negando que su gobierno quiera instalar bases militares en Colombia, el analista brasileño afirma que en realidad “esto es engañoso” porque “las bases quedan nominalmente bajo el control de las Fuerzas Armadas colombianas, pero los militares americanos las manejan de hecho y pueden usarlas como quieran”.
– ¿Se puede pensar que el nuevo despliegue de las Bases norteamericanas en Colombia, el golpe en Honduras, entre otros hechos de las últimas semanas, pretende ser una repuesta militar integral, económica y política de Estados Unidos a Sudamérica ante el surgimiento de gobiernos progresistas?
– No creo que ese despliegue de las bases militares de Estados Unidos en Colombia, sea a causa del surgimiento de gobiernos progresistas. Estos no amenazan la seguridad de los Estados Unidos. Venezuela sigue suministrando cerca de 15% del petróleo diario consumido en los Estados Unidos. Eso es lo que importa.
El objetivo del despliegue de las bases en Colombia es estratégico y se conjuga con la restauración de la IV Flota en el Atlántico Sur. Eso permite a los Estados Unidos ampliar su presencia en la región y asegurar el control de sus recursos naturales, como, por ejemplo, el agua y el petróleo. América del Sur queda así cercada y, consecuentemente el Brasil, cuya capacidad militar – como ha señalado el profesor argentino Juan Gabriel Tokatlian -, los Estados Unidos tratan de restringir, buscando proyectar su poder en la Amazonía.
– Se argumenta por parte de quienes promueven las Bases militares que Colombia tiene que tener en cuenta la relación de Venezuela con Rusia, Irán y la relación activa del gobierno del presidente Chávez con la FARC. ¿En su opinión esto justifica la instalación de las 8 Bases de Estados Unidos en Colombia?
– No es cierto. Todo eso es un pretexto para que los Estados Unidos demarquen militarmente a América del Sur como su espacio geopolítico, frustrando el desarrollo de la Unasur y del Consejo de Defensa de la América del Sur e impidiendo que Brasil y los demás países afirmen su propia identidad. Esas iniciativas no interesan a los Estados Unidos, no les convienen, mucho menos cuando hay un proyecto para la integración de las industrias bélicas de Brasil, Argentina y Venezuela. Eso afectará su mercado de armamentos, puesto que los Estados Unidos destinan 50% de sus gastos a la investigación y desarrollo de la industria bélica y su cadena productiva, sustentadas con las encomiendas del Pentágono, que constituyen una forma de subsidios.
– Se dice que los nuevos movimientos del gobierno norteamericano tiene como verdadero objetivo el control del Pacifico, especialmente los hidrocarburos y el creciente comercio entre China y la región sudamericana, en particular con Brasil y Venezuela. ¿Comparte esta apreciación?
– Puede ser. Hay muchos objetivos involucrados. Pero es importante señalar que la instalación y ampliación de las Bases militares en Colombia, avanzando sobre la Amazonia, sucede al despliegue de la IV Flota en el Atlántico Sur, al margen de las fronteras marítimas de Brasil, donde Petrobras ha descubierto enormes reservas de petróleo en aguas profundas, entre los Estados de Espíritu Santo y Santa Catarina.
– Si se tiene en cuenta el mensaje de Obama en la V Cumbre de las Américas frente a la mayoría de los presidentes Sudamericanos y de Centro América de “una nueva era”, ¿está el presidente demócrata, condicionado por la herencia de la guerra preventiva de Bush?
– El Presidente Barack Obama no tiene el control de la máquina gubernamental y encuentra fuerte resistencia, incluso dentro del Departamento de Estado. Mantiene muchos de los hombres que trabajaron para el presidente George W. Bush, entre ellos, Robert Gates, secretario de Defensa. El embajador de Estados Unidos en Tegucigalpa es un cubano-americano, Higo Llorens, vinculado a Roger Noriega y Otto Reich, que fueron secretarios de Estado Asistentes en la administración del presidente George W. Bush. Otto J. Reich fue quién respaldó al frustrado golpe militar-empresarial contra el gobierno del presidente Hugo Chávez, en 2002. Y se sabe que la secretaria de Estado, Hillary Clinton, tiene como asesor a una figura siniestra, John Negroponte, que sirvió al gobierno del presidente Ronald Reagan como embajador en Tegucigalpa (1981- 1985) , donde orientó la creación la base de El Acuate, para que la CIA pudiera entrenar a los Contra, de Nicaragua, que asesinaron no sólo a los presuntos simpatizantes o militantes sandinistas, sino también a campesinos en Honduras. Y hay noticias de que, desde el Departamento de Estado, él ha respaldado al embajador Hugo Lllorens para que articulara con las fuerzas políticas de la oposición y el Ejército el derrumbe del gobierno del presidente Manuel Zelaya.
– ¿Usted cree que Obama está interesado en este enfoque militar del problema del narcotráfico o tiene otra alternativa?
– El Presidente Barack Obama ha negado la intención de implantar bases militares en Colombia. Pero esto es engañoso. Las bases quedan nominalmente bajo el control de las Fuerzas Armadas colombianas, pero los militares americanos las manejan de hecho y pueden usarlas como quieran.
Así los Estados Unidos pueden negar que las bases sean suyas. Además, y a pesar de que el combate al narcotráfico sea presentado como un objetivo de esas Bases, hay un acuerdo operativo estableciendo explícitamente que su uso “no está prohibido para otros tipos de organizaciones” del Departamento de Defensa de los Estados Unidos. El enfoque en el problema del narcotráfico es más un pretexto, una justificativa. No parece que sea fundamental en la estrategia de Estados Unidos. Su objetivo es mucho más amplio, tanto que no se restringe a América Latina y al Caribe, bajo la jurisdicción del USSOUTHCOM (Comando Sur), comandado General Douglas Fraser. Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, la fuerza militar de Estados Unidos no tiene como misión principal la defensa de sus fronteras nacionales, sino la ofensiva, consolidar su imperio, con una cadena de casi 1.000 bases, inclusive secretas, extendida por los más diversos países, proyectando su poder sobre todos los continentes, en los cuales instaló comandos militares, cinco con responsabilidad geográfica. Los generales son, en realidad, pro-cónsules del Imperio Americano. Y el Presidente Obama no tiene condiciones de cambiar esa estructura de poder. Hay poderosos intereses económicos y políticos involucrados.
– En caso de concretarse la instalación de estas Bases ¿se pondría el peligro la paz continental y obligaría a los países vecinos de Colombia a aumentar su armamentismo?
– Colombia es solamente el Caballo de Troya de Estados Unidos. No creo que Colombia vaya ahora a atacar a ningún país, ni siquiera a Venezuela. Colombia está aislada y “presa” de Venezuela por un vínculo de interdependencia. Sus exportaciones de manufacturas y productos agrícolas tienen su principal mercado en Venezuela, de la que depende también del suministro de gas natural. Sin embargo, aunque la amenaza parezca remota, Brasil tiene que armarse. Y hace muchos años la principal hipótesis de guerra en los estudios del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas brasileñas es la guerra contra una potencia tecnológicamente superior en la Amazonía. Ejercicios militares, para entrenamiento, son realizadas todos los años en esa región.
– ¿La reciente gira muda de Uribe fue positiva para los intereses del gobierno colombiano?
– No, la visita del presidente Álvaro Uribe a algunos países de América del Sur no logró ningún resultado. Todos los presidentes con los cuales habló se manifestaron contra la instalación de bases de Estados Unidos, pero entienden que es una decisión soberana de Colombia.
– ¿Son Venezuela, Ecuador y Bolivia una amenaza real para la realidad geopolítica de Sudamérica y de Estados Unidos?
– ¿Esos países qué amenaza pueden representar para Sudamérica o Estados Unidos? No son ninguna potencia, no tienen industria desarrollada, dependen de importaciones de armamentos y de piezas de reposición y carecen incluso de seguridad alimentar. Pensar o decir que esos países puedan representar cualquier amenaza es tontería, ignorancia o lo hacen con objetivo político, de propaganda, para asustar y justificar la instalación de bases de tropas de Estados Unidos en Colombia y Perú. El único país que puede constituir una amenaza es Estados Unidos, porque es una potencia y necesita de recursos naturales.
– ¿Militarmente Brasil está en condiciones de hacer frente a este nuevo desafió geopolítico teniendo en cuenta que comparte 16 mil kilómetros de frontera con Colombia Perú y Ecuador?
– Hace muchos años las Fuerzas Armadas brasileñas consideran la hipótesis de guerra en la Amazonía contra una potencia tecnológicamente superior y por eso entrenan a las tropas en la lucha de guerrillas, en la selva. Pero esta amenaza es aún remota e incluso para una potencia tecnológicamente superior es difícil combatir y ocupar una región como la Amazonia.
– ¿Qué papel puede tener el Consejo de Defensa de la Unión de Naciones Sudamericanas?
– El Consejo Sudamericano de Defensa está aun en proceso de constitución y, con la instalación y ampliación de las bases en Colombia el gobierno de Washington, está también tratando de impedir su consolidación, tanto que el Presidente Álvaro Uribe no participará de la próxima reunión. Uribe está transformando a Colombia en un protectorado de los Estados Unidos de América.
– En este contexto ¿qué apreciación le merece la incidencia de la crisis económica mundial en la realidad brasileña?
– Todos los países están sufriendo la crisis porque la economía mundial es un todo. El sistema capitalista envuelve a todos los países, tanto a las potencia industriales cuanto a los países en desarrollo o atrasados, agrícolas. Pero la situación de Brasil es mejor porque su economía fue mejor administrada, sus bancos están sólidos, su producción no depende tanto de las exportaciones, solamente cerca de 13%, pues tiene un amplio mercado interno y además su comercio exterior no está volcado hacia los Estados Unidos, donde está el epicentro de la crisis. Brasil, a pesar de la crisis crece al rededor 1% este año, mientras México, cuya economía fue estrechamente acoplada a la de Estados Unidos, con el NAFTA, sufre una caída de 5%.
– Se argumenta últimamente que los mecanismos de integración como el Mercosur están en crisis, y no dan satisfacción a las necedades comerciales de sus integrantes. ¿Puede estar en peligro la existencia del Mercosur?
– La constitución del Mercosur, con el Tratado de Asunción, aun no ha completado 20 años. Y no puede hacer milagros. Problemas hay, como en todo proceso de integración, como ocurrió y aun ocurre en Europa. Y gran parte de los problemas es generada por los socios menores, como Paraguay, que hasta hoy no eliminó la bi-tributación. Pero es necesario recordar que fueron Uruguay y Paraguay que insistieron en adherir al proceso de integración Brasil-Argentina, que era bilateral. Como son países predominantemente importadores, el arancel externo común tuvo que ser bajado y la mayor parte de los agujeros en la unión aduanera quedaron en estudio. Sin embargo, si los mecanismos del Mercosur no dan para la satisfacción a las necesidades comerciales de esos países, peor será para ellos si salen del Mercosur.
La mayor parte de las exportaciones de Uruguay hoy se destinan a Brasil. En segundo lugar, está el Mercosur como un todo. Aisladamente, con una población de 3,3 millones de habitantes, Uruguay no tiene condiciones de competir en el mundo, no tiene mercado para atraer inversiones, una economía de escala, que permita organizar la producción de modo a alcanzar la máxima utilización de los factores productivos y bajar los costos de los bienes y servicios. Uruguay y también Paraguay sólo son viables integrados con Brasil y Argentina, constituyendo un mercado con más de 250 millones de habitantes. Sin estar unidos al Brasil y a la Argentina, Uruguay y Paraguay, los países pequeños de América del Sur, no tienen condiciones de obtener mejor inserción en el mercado mundial, en el siglo XXI, donde van a predominar los grandes espacios económicos como China, Estados Unidos, Unión Europea, Rusia, India y Brasil. Ellos sólo serán viables si (permanecen) unidos a Brasil y Argentina, integrando un gran espacio económico y geopolítico, del cual el Mercosur , a pesar de todas las dificultades, de todas las contradicciones, es el punto de partida para la integración de toda o por lo menos de una parte de la América del Sur.
– El candidato del Partido Colorado Pedro Bordaberry en diálogo con LA NACIÓN de Buenos Aires dijo que a expensas de una “izquierda carnívora” que hay en Sudamérica, Brasil sacaba sus beneficios y ventajas con Washington”. El doctor Luis Alberto Lacalle ha dicho cosas similares. ¿Qué opinión le merecen las opiniones de Bordaberry y Lacalle?
– Pedro Bordaberry, hijo del dictador que fue una marioneta, un testaferro de los militares, es un ignorante. Son apreciaciones llamativamente ingenuas, tanto la de Bordaberry como de Luís Alberto Lacalle, el candidato del Partido Blanco, pretender comparar el Uruguay con Brasil y pretender que pueda tener un rol internacional, buscar una inserción internacional propia, fuera de su realidad geopolítica. Uruguay es un lindo país, su pueblo es admirable y la fuerza de trabajo es de buen nivel, bien educada. Tiene que desarrollarse. Pero lo que dicen Bordaberry y Lacalle es ridículo. Demuestran ignorancia. Es necesario ser realista, sin ilusiones. Uruguay es un pequeño Estado, muy chico, con 3,5 millones de habitantes, en la Cuenca del Plata. No tiene expresión económica y/o política. Aisladamente, poco o nada puede ofrecer a los Estados Unidos. ¿Carne, arroz, cereales, soja?. Los Estados Unidos tienen su propia producción o pueden importar de cualquier otro país, como Brasil y Argentina. ¿Mercado?. Su mercado es diminuto, insignificante para las grandes inversiones de capital. Pero, Brasil, aisladamente, sin los otros socios del Mercosur, ya es un mercado común, que integra 26 Estados, dentro de un territorio de 8,5 millones de kilómetros cuadrados, con recursos minerales y energéticos, y una población de cerca de 200 millones de habitantes, con seguridad alimentar. Además es una potencia industrial, la mayor del hemisferio sur, y un grande exportador de commodities. ¿Qué beneficios ventajas Brasil ha sacado de sus buenas relaciones con Washington? Los beneficios y ventajas que ha sacado de sus relaciones con Washington son los mismos que Washington ha sacado de sus buenas relaciones con Brasil.
En realidad, Brasil es el país que más interesa económica y políticamente a los Estados Unidos en la América del Sur. Ambos países son las dos mayores masas geográficas, demográficas y, a pesar de la asimetría, económicas del Hemisferio. Tienen necesariamente que mantener buenos relaciones, que son de interés recíproco, en medio de muchas discrepancias, tanto económicas cuanto políticas, que sólo pueden ignorar hombres desinformados, como Bordaberry y Lacalle, que nada saben de lo que pasa en la escena exterior. Hacen demagogia, que desmerece el nivel cultural del pueblo uruguayo.